“Creo que es casi seguro pensar que un desastre, como una guerra  nuclear o el calentamiento global, afectará a la Tierra”, vaticinó el  científico. Según Hawking la raza humana podría estar en peligro de  extinción, según reconoció en un programa de radio de BBC, aunque  puntualizó que, afortunadamente, este sino de nuestra especia “no es  inevitable” ya que, de todos modos, tendrá lugar dentro de miles de  años. Para entonces, el físico considera “esencial” que la humanidad  haya colonizado ya el espacio.
  “Creo que estableceremos eventualmente colonias autosostenibles en  Marte y en otros cuerpos celestes del sistema solar, aunque,  probablemente no suceda durante los próximos 100 años. Me siento  optimista y creo que el progreso científico y tecnológico permitirá a  los seres humanos expandirse más allá del sistema solar y llegar a los  rincones más alejados del universo”, precisa.
  Sin embargo, Hawking advierte que en sus viajes espaciales las misiones  tripuladas deberán a toda costa evitar cruzarse con vida  extraterrestre, ya que, en el caso contrario -puntualiza-, las  consecuencias para la humanidad podrán ser muy graves.
  “Descubrir vida racional fuera de la Tierra sería el mayor  descubrimiento de la historia, pero ponerse en contacto con una  civilización extraterrestre es una cosa muy arriesgada", sostiene  Hawking. Y añade: "si los extraterrestres decidieran visitar nuestro  planeta las consecuencias se podría comparar con los acontecimientos que  tuvieron lugar cuando los europeos descubrieron el continente  americano. Para los aborígenes este descubrimiento se tornó en una  catástrofe”.
  Sin embargo, a sus 70 años, el mayor 'misterio sin resolver' para  Hawking no son ni las leyes del universo ni las perspectivas de  exploración espacial del sistema solar. Cuando la revista New Scientist  le preguntó en qué piensa la mayor parte el día, el físico contestó: “En  mujeres. Son un misterio completo”.
  Hawking es autor de ‘Una breve historia del tiempo’, obra que sigue  siendo un bestseller desde que se publicó por primera vez en 1988, y en  la que plantea que la Teoría General de la Relatividad de Einstein  implica que el espacio y el tiempo han de tener un principio, en el Big  Bang, y un final, dentro de los agujeros negros. La mayor parte de su  vida Hawking la ha pasado paralizado en una silla de ruedas debido a que  padece esclerosis lateral amiotrófica.
  Al perder el habla, Hawking empezó a comunicarse con el mundo a través  de un sintetizador de voz, un receptor manejado por los músculos de la  mímica de su mejilla, la única parte de su cuerpo que parcialmente  conservó su función móvil. Este sintetizador lee los movimientos de su  rostro y los transmite a un ordenador. Aunque este músculo también ha  empezado ahora a atrofiársele, los especialistas esperan que las nuevas  tecnologías ayuden a perfeccionar el sintetizador para que Hawking pueda  seguir comunicándose con el mundo.
Fuente: RT
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