martes, 13 de marzo de 2012

Las supersticiones del martes y 13

“Martes 13, no te cases ni te embarques” reza el dicho popular. Pero ¿cuál es el origen de que la coincidencia en el calendario del día número 13 del mes con el día de la semana martes (viernes, para los anglosajones) sea considerada como una fecha de mala suerte? Este mes de junio de 2006 se ha producido un día 13, encima martes, y encima, con la luna llena en el firmamento.

El número 13 se ha asociado desde muy antiguo con todo tipo de males. Las leyendas nórdicas hablan de 13 espíritus del mal; la venida del Anticristo y la Bestia aparecen en el capítulo 13 del Apocalipsis; en el Tarot, este número hace referencia a la muerte, y en la Última Cena de Jesucristo, luego de la cual fue crucificado, los discípulos eran trece. Y el día martes no se queda atrás.
“Marte”, según la mitología romana, es el dios de la guerra, por lo cual el día martes está regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. Además, una antigua leyenda dice que un día martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel…
Razones sobran si se quiere pensar que el martes 13 es un día de desgracias y mala suerte. Eso sí, las connotaciones negativas que se le dan al martes 13 no tienen fundamentos científicos ni religiosos, por lo cual los lectores deben muy claro que sólo se trata de una superstición, una creencia sin razón lógica ni demostrada ni demostrable. Incluso hay mucha gente que lo ha tomado al revés, por lo cual dentro de sus creencias, lo consideran como un día de buena suerte. Tanto así, que durante ese día muchos apuestan por ese número en los juegos de azar.
Pero estas creencias también se aplican cuando el calendario marca el viernes 13, ya que la tradición anglosajona considera el día viernes como negativo, por ser el día en que Cristo fue crucificado; y si se piensa en las trece personas presentes en la Última Cena, Cristo y los doce apóstoles… Hay otros antecedentes, como la historia de un marinero británico apellidado Friday (viernes) que se quiso embarcar en un viernes tormentoso, con resultados nefastos para todos los tripulantes del buque… Y modernamente, la unión del viernes y el 13 se ha popularizado como consecuencia de la serie de películas de terror “Viernes 13″ (“Friday the 13th”). En otras palabras, la tradición anglosajona del viernes corresponde a nuestro martes; aunque a estas alturas, existen personas que consideran ambos días “de mala suerte”.
Historia de la mala suerte del 13
La mala suerte asociada a este día se remonta a los griegos y a los romanos. Sin embargo, también proviene de la mitología nórdica (celtas, druidas, normandos, vikingos) en la era pre – cristiana. Así, se cuenta que a un banquete en el Valhalla fueron invitados doce dioses. Loki, el espíritu de la pelea y el mal, llegó sin invitación, con lo cual el número de los presentes llegó a 13. En la lucha que se produjo para expulsar a Loki, Balder, el favorito de las deidades, encontró la muerte.
Esta fue una de las primeras referencias escritas sobre el “infortunio” relacionado con el trece. Desde Escandinavia, la superstición se difundió a través de Europa, hacia el sur y al comenzar la era cristiana ya estaba establecida en los países mediterráneos. A partir de entonces, se dice que esta creencia fue reforzada con el episodio de la Última Cena. Y desde ese momento, invitar a trece personas a una cena significa buscar un desastre, lo que se sigue creyendo hasta el día de hoy.
Y si se le quiere seguir buscando la “quinta pata al gato”, hay muchos que toman en cuenta que las experiencias vitales del ser humano son 12, por lo cual una más, es decir, trece, significaría una anormalidad abominable. ¿Cuáles son estas experiencias vitales?: El yo, la posesión, la comunicación, el instinto, la creación, el servicio, la unión en pareja o en alianza; la sexualidad profunda, la trascendencia, espiritualidad o religiosidad; el poder; la proyección o los sueños y el dolor o la soledad. Además, y de acuerdo con la astrología, doce son las casas del universo astrológico, por lo cual una más rompería el modelo.
Refranes sobre el martes 13
Esto de considerar al día martes y el número trece como fatídicos, ha dado lugar a distintos refranes, creencias  y supersticiones. Por ejemplo: “El martes, ni te cases ni te embarques”. Este refrán es muy conocido y hace alusión a no tomar decisiones significativas ese día, porque puede haber desgracias.
Otros refranes: “El martes ni gallina eches, ni hija cases”. “El martes ni hijo cases, ni cochino mates”. “En martes ni tela urdas, ni hija cases, ni las lleves a confesar porque no dirán la verdad”. “El martes ni tu casa mudes, ni tu hija cases, ni tu ropa tejas”.
Y algunas supersticiones:
- No tener trece invitados en la casa.
- No cortarse las uñas o el pelo durante ese día, porque trae mala suerte.
- Muchos hoteles en el mundo no identifican el piso 13 y se saltan al catorce.
- Las aerolíneas evitan este número en sus asientos.
Otras supersticiones
Tocamos madera cada vez que decimos algo que no nos gustaría que nos pasara, evitamos a los gatos negros, no pasamos por debajo de una escalera, cruzamos los dedos…¿por qué? ¿Dónde está la raíz de todos estos pequeños rituales?
Puede que tú, amigo lector o lectora, no seas de esos que se asusta al romper un espejo o al tirar la sal; pero lo cierto es que según diferentes encuestas, los españoles somos cada vez más proclives a creer en esos detalles irracionales llamados supersticiones. En realidad todos sabemos que estas creencias populares no tienen una explicación lógica, pero sí es cierto que han perdurado en el tiempo.
¿Eres de los que huyen de los gatos negros? Desde tiempos inmemoriales, que se dice, se le atribuyen siete vidas a este fascinante animal. Allá por el año 3.000 a. C., en Egipto, tenía carácter sagrado y estaba prohibido matarlo. Si moría algún gato, toda la familia tenía que acudir al entierro. Gracias a los gatos que devoraban a las ratas infectadas, se detuvo la peste negra o bubónica que asoló Europa durante 100 años; pero a pesar de ello seguimos  asociando a los gatos negros con la hechicería.
Si se te ha roto un espejo, debes saber que el temor a los siete años de mala suerte también tiene su historia: los romanos mantenían que nuestra salud cambia cada siete años, y que su reflejo, o sea el espejo, traería un ciclo de mala suerte si se rompía. Asimismo, se creía firmemente que el demonio podía aparecérsete en un espejo si te mirabas en él a medianoche y a la luz de una vela. No abrir el paraguas bajo techo, no arrojar el pan, cruzar los dedos… Hay miles de supersticiones que seguimos, la mayoría nacidas en civilizaciones antiguas, parte de nuestra cultura.
Temor a lo desconocido
¿Por qué, si somos tan racionales y tan evolucionados, seguimos cumpliendo con los pequeños rituales de la superstición? Según los entendidos, sabemos que estas creencias no tienen una explicación lógica y razonada, pero lo que sí está claro es que tienen “una base razonable”. Y también está claro que mientras no resolvamos incógnitas como la muerte, o nuestro miedo a lo desconocido, seguiremos siendo supersticiosos. Parece que necesitamos algo que nos proteja de todo aquello a lo que tenemos miedo. Puede ser una herradura, una pata de conejo, o todo lo que nos trae buena suerte.

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